Vivir más responsablemente con lo que haces, sientes y piensas.
La mirada de la Terapia Gestalt
El malestar como problema, o como una oportunidad para crecer. Esta es la mirada de la Terapia Gestalt.
Iniciar un proceso
Iniciar un proceso de desarrollo personal es encontrar un espacio de seguridad, confianza y confidencialidad para mirar desde otros ángulos. Es vivir y enfrentarte más plena y responsablemente a lo que haces, sientes y piensas.
Gestionar las dificultades
Diferentes dificultades de la vida pueden hacer que te sientas mal. Problemas personales, laborales, de comunicación o de sueño, aislamiento o soledad, miedos, apatía, estrés, baja autoestima, crisis vitales, de pareja o el deseo de conocerte mejor, son algunas razones para iniciar un proceso terapéutico de desarrollo personal.

Un espacio de seguridad y confidencialidad para mirar tu mundo interno.
¿Cómo funciona la Gestalt?
La Terapia Gestalt, ante todo, cree que la calidad del encuentro del terapeuta con el cliente, es lo que permite un «proceso de reparación”. Su principio básico es el “darse cuenta” o “tomar conciencia”: despertarnos y hacer visible lo que antes estaba invisible de nuestra vida y nuestros funcionamientos. Y es, desde esta escucha interna donde, poco a poco como quitando capas, un guía, a través de su propio proceso de darse cuenta, puede facilitarte el tuyo.
¿Cuánto dura el proceso?
La duración del proceso es variable. Depende del grado de implicación en tu propio crecimiento. A medida que vayamos avanzando, evaluaremos juntos la necesidad de continuar o finalizar el proceso según tus habilidades, conflictos y deseo de transformación.
¿Cómo empezar?
Te invito a compartir una primera conversación sin compromiso para conocernos y ver la forma en la que puedo ayudarte. En ella valoraremos tu situación en función de tus circunstancias. Ni tus recursos de tiempo o económicos van a ser limitadores para ofrecerte ayuda.

¿Cómo funciona la Gestalt?
La Terapia Gestalt, ante todo, cree que la calidad del encuentro del terapeuta con el cliente, es lo que permite un «proceso de reparación”. Su principio básico es el “darse cuenta” o “tomar conciencia”: despertarnos y hacer visible lo que antes estaba invisible de nuestra vida y nuestros funcionamientos. Y es, desde esta escucha interna donde, poco a poco como quitando capas, un guía, a través de su propio proceso de darse cuenta, puede facilitarte el tuyo.
¿Cuánto dura el proceso?
La duración del proceso es variable. Depende del grado de implicación en tu propio crecimiento. A medida que vayamos avanzando, evaluaremos juntos la necesidad de continuar o finalizar el proceso según tus habilidades, conflictos y deseo de transformación.
¿Cómo empezar?
Te invito a compartir una primera conversación sin compromiso para conocernos y ver la forma en la que puedo ayudarte. En ella valoraremos tu situación en función de tus circunstancias. Ni tus recursos de tiempo o económicos van a ser limitadores para ofrecerte ayuda.